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LA INTELIGENCIA SE HEREDA DE LA MADRE Y NO DEL PADRE , CIENTÍFICAMENTE COMPROBADO

Y NO SOLO TIENE QUE  VER CON LA GENETICA ......

La genética juega un papel determinante en la inteligencia. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado de quién la heredamos?




The Independent : ha recogido la opinión de varios investigadores del mundo que han concluido que el grado de inteligencia está determinado por la genética de la madre, no del padre.

Para empezar. Ellas tienen cierta ventaja. La inteligencia se encuentra en el cromosoma X y las mujeres tienen dos de éstos. Por ello, hay más posibilidades de que las madres tengan alguna repercusión en la capacidad intelectual.


Pero, además, los científicos creen haber descubierto que aquellos genes responsables de funciones cognitivas avanzadas que se heredan del padre podrían desactivarse automáticamente.

Existe una categoría de genes conocidos como genes condicionados, que, se cree, solo trabajan si proceden, en algunos casos, del padre y en otros de la madre. Pues bien, los investigadores creen que la inteligencia reside en los genes condicionados que deben venir de la madre.



Para probar esta evidencia, se hizo un experimento con ratones modificados genéticamente. Se encontró que aquellos que tenían una dosis extra de genes maternos habían desarrollado cerebros y cabezas más grandes, pero su cuerpo era más pequeño. En cambio, aquellos con una cantidad extra de genes paternos tenían cerebros pequeños y cuerpos grandes.

Aquellos ratones que tenían una dosis extra de genes maternos habían desarrollado cerebros y cabezas más grandes.

Los investigadores identificaron 6 puntos del cerebro de los ratones que solo contenían o genes maternos o genes paternos, las cuáles controlaban distintas funciones cognitivas.

Pues bien, las células con genes paternos se acumulaban en el sistema límbico, que está implicado en funciones como el sexo, la comida y la agresividad. Sin embargo, no hubo ningún indicio de la existencia de células paternas en la corteza cerebral, donde se desarrollan las funciones cognitivas más avanzadas como el razonamiento, el pensamiento, el lenguaje y la planificación.



Inicialmente, esta evidencia se probó con ratones, y funcionó. El paso siguiente era extrapolar esta realidad a las personas, lo cual fue probado en un estudio de investigadores de Glasgow.

Para ello, desde 1994, se entrevistaron anualmente a 12.686 jóvenes de entre 14 y 22 años y tuvieron en cuenta varios factores como la educación, la etnia y su estatus socioeconómico. Pero, aún así, demostraron, una vez más, que el mayor peso de su inteligencia procedía del coeficiente intelectual de la madre.

Entrevistaron a 12.686 jóvenes de entre 14 y 22 y probaron que el mayor peso de su inteligencia procedía del coeficiente intelectual de la madre

Sin embargo, no todas nuestras habilidades intelectuales se las debemos a la genética, ya que, al mismo tiempo, determinaron que sólo entre el 40% y el 60% de la inteligencia es hereditaria. Es decir, hay una parte importante que depende de nuestro entorno, de nuestra experiencia y de nosotros mismos.

Pero, en este área fuera de la genética, la madre también juega un papel crucial. Algunos estudios han asegurado que el vínculo de seguridad que se crea entre una madre y un hijo, también está estrechamente relacionado con la inteligencia.

Además del vínculo de seguridad , investigadores de la Universidad de Washington probaron que el vínculo emocional también es imprescindible para el desarrollo de algunas partes del cerebro.

Para ello, durante 6 años analizaron cómo un grupo de madres se relacionaban con sus hijos. La evidencia más significativa fue que aquellos que recibieron apoyo emocional, tenían desarrollado un 10% más del hipocampo que los niños con madres emocionalmente más distantes. El hipocampo es un área del cerebro asociada con la memoria, el aprendizaje y la respuesta al estrés.


Esto se debe a que se cree que estos vínculos ofrecen al niño una mayor sensación de seguridad que les anima a explorar el mundo y a tener confianza en resolver problemas. En otras palabras, puedes tener un gran potencial, pero si nadie te ha hecho creer que puedes hacer algo grande con éste, será mucho más difícil que lo consigas.

Hemos hablado mucho de nuestras madres, ¿pero qué nos aportan nuestros padres? Como se ha demostrado, no juegan un papel tan fundamental como ellas a nivel intelectual, pero sí que lo hacen en otras áreas. De ellos heredamos los genes que contribuyen a la intuición y a las emociones, que también son imprescindibles para desenvolvernos en las áreas intelectuales.

Por muy inteligentes que lleguemos a ser, sin estos elementos, no podríamos gestionar nuestro conocimiento. No seríamos más que un saco de talento desaprovechado. Así que para potenciar la inteligencia que, en parte, hemos heredado de nuestra madre, es imprescindible que las habilidades de nuestro padre entren en juego.